sábado, septiembre 02, 2006

Las Alas de mi Honda

Déjame que mi mano te acaricie,
haz que tu pecho se deje ver por los camínos de tu cuello
enseñame los hombros, para que desee besarlos
no dejes de mirarme a los ojos,
porque mi mirada se dispara hacia tus labios.
Ay! que el deseo que siento me mata,
y tú y tus cosas, se me escapan volando, cada mañana.